29.9.05
Saltando vallas
¿A qué nos conduce lo que está sucediendo, últimamente, en las ciudades de Ceuta y Melilla? Miles de inmigrantes de países subsaharianos se esconden en los bosques situados en las proximidades de ambas ciudades a la espera de poder entrar en ellas o de atravesar en pateras los escasos kilómetros que separan las costas mediterráneas de Marruecos de las de Andalucía.
Ante el elevado precio que las redes dedicadas al tráfico de seres humanos exigen a esos inmigrantes clandestinos para pasarles en pateras a las costas españolas, muchos sólo tienen la opción de tratar de superar con escaleras artesanales construidas por ellos mismos las vallas que delimitan el perímetro fronterizo de las dos ciudades españolas en el continente africano.
Las fuerzas de seguridad marroquíes realizan regularmente redadas en los bosques donde se esconden los inmigrantes clandestinos, que suelen llegar a territorio marroquí a través de las fronteras con Argelia.
Esos inmigrantes detenidos suelen ser expulsados y trasladados por carretera hasta la frontera argelina, pero suelen volver a territorio marroquí poco después para intentar de nuevo pasar a España.
Esta madrugada, sin ir más lejos, cuatro vidas se han perdido buscando el paso de la valla ceutí. Dos en el lado marroquí y otros dos, en el español. Los dos inmigrantes que murieron en el asalto al doble vallado fronterizo en Ceuta, ambos adultos, presentaban hematomas producidos, al parecer, por el impacto de bolas de caucho lanzadas por las fuerzas de seguridad españolas que trataron de repeler el asalto, en el que participaron alrededor de 500 subsahariano.
Los otros dos fallecidos, de origen subsahariano, presentaban heridas en el cuello y en el tórax, el primero presuntamente al cortarse con la alambrada y el segundo por aplastamiento.
La Delegación del Gobierno en Ceuta asegura que entre 400 y 500 inmigrantes asaltaron hacia las tres de la madrugada pasada la valla fronteriza de una forma coordinada, a través de diferentes zonas, en la mayoría de los casos empleando escaleras rudimentarias. Al menos 81 inmigrantes, la mayoría subsaharianos, consiguieron entrar en la ciudad durante el asalto, aunque no se descarta que el número se pueda incrementar en las próximas horas, ante la posibilidad de que algunos estén ocultos en algún lugar del monte por donde se ha producido el asalto.
Tras éste último capítulo, el presidente Rodríguez Zapatero ha ordenado al Ejército que apoye a la Guardia Civil en las fronteras de Ceuta y Melilla con Marruecos. Se trata de un goteo incesante y especialmente doloroso porque de lo que estamos hablando, al fin y al cabo, es de historias envueltas en tragedia con tristes seres humanos como protagonistas.
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