Los judíos ortodoxos, con un léxico específico para referirse a las relaciones sexuales, no aluden directamente a ellas y, entre otras expresiones, emplean la de "hacer las paces" cuando hablan de hacer el amor.
En el argot de los ortodoxos el "pincel" es un eufemismo para designar al órgano sexual de los varones, según un diccionario preparado por la sexóloga Guila Brunes.
El diccionario tiene por objeto, en principio, cooperar con los médicos que no siempre entienden a qué se refieren cuando van a consultarlos -previo consejo de sus rabinos- los que sufren de impotencia para que les receten medicinas a fin de combatirla.
Se trata de religiosos que cumplen puntualmente con el precepto bíblico de la procreación. "La paz del hogar" es uno de los principales preceptos para ambos cónyuges en la vida matrimonial.
La impotencia fue durante muchos años un tabú entre los "jaredim", los "Temerosos de Dios", no menos que en la sociedad general, hasta la aparición de las medicinas que ayudan a paliar ese problema.
Una de las empresas que expende píldoras para combatir la impotencia ha organizado un curso para los sexólogos y médicos de familia a fin de enseñarles a interpretar las metáforas con que se refieren los ortodoxos al sexo.
La mayoría de esas expresiones relacionadas con el sexo tienen sus raíces en la legislación judía, la "Halajá", pero también la calle de los integristas contribuyó a enriquecer el diccionario.
El órgano sexual femenino es denominado en el lenguaje callejero como "el lugar", expresión que es uno de los eufemismos con que los religiosos aluden también a Dios, que es innombrable.
Otra alusión, en el caso de las mujeres, es "el teléfono". Y para referirse a las relaciones sexuales dirán que son "como un pincel en el teléfono", y también "oneg shabat", el "placer del sábado".
25.7.05
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