Los amigos del Polisario

Se cumplen ahora treinta años del abandono por España del Sáhara Occidental y la invasión sobre todo marroquí pero también mauritana de ese territorio. El Frente Polisario mantiene, desde su fundación en 1973, tres principios básicos en su ideario: la salvaguardia de su independencia nacional, la integridad territorial y el ejercicio de su derecho inalienable a la autodeterminación. Y catorce años se han cumplido del alto el fuego del conflicto que mantienen con el invasor si bien ese impasse corre peligro. Rabat ha ignorado una y mil veces las resoluciones de Naciones Unidas para aplicar el denominado plan Baker, un proyecto que contemplaba a largo plazo el proceso de autodeterminación para ese pueblo. La comunidad internacional, una vez más, hace oídos sordos al drama de una pequeña comunidad.
La República Árabe Saharaui Democrátrica (RASD) se considera parte de la nación árabe, de la familia africana y de los pueblos del tercer mundo. Su estrategia política está concebida como de no alineamiento y la búsqueda de la unidad de los pueblos del Magreb sería un paso firme hacia la unidad árabe y africana. Y es que en la parte noroeste del continente africano se ha de conjugar la dificil coexistenca de un progresismo nacionalista con un régimen reaccionario -el marroquí-. Contra el colonialismo, el imperialismo y la explotación, reza el ideario del Polisario. La soberanía y autoridad de la RASD emanan del pueblo, el estado saharahui toma su autoridad de la voluntad del propio pueblo y la justicia se basa en la separacion de poderes.
Los campos de refugiados cedidos por Argelia están poblados, sobre todo, por mujeres y niños, ya que el Frente moviliza a sus hombres ante una eventual vuelta a la lucha armada. Son unas 200.000 personas las localizadas en los campamentos de Tinduf que en su día visitó Felipe González y ahora pretende hacerlo José María Aznar.
El líder del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz ha dicho hoy en Madrid que el gobierno socialista español es cómplice ante la duras condenas impuestas por Marruecos a gente de su formación por participar en manifestaciones celebradas en El Aaiún. Ayer, la policía marroquí entró en la Casa de España de esa ciudad con total impunidad y detuvo a Hmad Hammad, un activista saharahui que en junio pasado fue torturado por 25 agentes hasta casi causarle la muerte.
Tras no ser recibido éste lunes por el actual presidente del Gobierno español y reunirse con Aznar, quien tampoco le recibió cuando era jefe del ejecutivo, Abdelaziz pide a España que no les olvide porque, asegura, la descolonización del Sáhara Occidental es una deuda moral y política para con ellos de la antigua potencia colonial.