Cuando Emilio Pérez Touriño tome posesión en los próximos días como presidente de la Xunta de Galicia sustituyendo a Manuel Fraga Iribarne, el Partido Popular habrá completado su caída por la pendiente más peligrosa desde que en 1995 comenzó a alcanzar el poder desde las comunidades y los ayuntamientos. Sería en 1996 cuando José María Aznar ganara La Moncloa y Felipe González hablara de la dulce derrota que no lo debió ser tanto pues resultó reconfirmada en 2000 con una aplastante mayoría absoluta para el PP.
A fecha de hoy, y desde el triste 11-M, los populares han ido de mal en peor. Perdieron como perdieron las generales del 14-M y no levantaron cabeza en Andalucía. Luego, en las elecciones vascas bajaron a pesar de contar con una buena candidata, María San Gil. Y en las catalanas, nuevo bajón con el intranquilo Josep Piqué. Finalmente, en Galicia quedaba todo a expensas de alcanzar o no la mayoría absoluta para seguir gobernando. Fraga volvió a encabezar el ticket en detrimento de gentes como Alberto Núñez Feijoo o Ana Pastor. Y a punto estuvo de revalidar mandato a pesar de su edad, sus achaques y sus chocheos.
Con lo de Galicia es posible que el PP haya tocado fondo como en 2000 tocó techo al obtener más de 180 diputados en el Congreso. No creo que la cosa pueda ir a peor, perdiendo feudos en 2007 como la Comunidad Valenciana, Castilla y León, Murcia o La Rioja, pongo por caso. Pero lo que es evidente es que el resurgir popular ha de pasar inexorablemente por trabajar hoy para ganar mañana las generales de 2008 con Mariano Rajoy como candidato. Y para conseguirlo, es evidente que hay que saber hacer oposición y aprovechar los errores del contrario, que los tiene.
19.7.05
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario