Si el socialista François Mitterand luchó lo indecible por alcanzar la presidencia de Francia a lo largo de su dilatada carrera política, Jacques Chirac no se quedó atrás. El que parecía "eterno alcalde de París" llegó, por fin, a la más alta responsabilidad de la V República no sin denodado esfuerzo.
Aseguran hoy las crónicas desde la capital francesa que su actual presidente anda debilitado por la doble derrota en el referéndum para la Constitución europea y de la candidatura de París para albergar los Juegos Olímpicos de 2012.
Así las cosas, se añade, el inquilino del Elíseo tendrá que emplearse a fondo mañana, Fiesta Nacional en Francia, para restaurar su credibilidad y levantar la moral de sus compatriotas.
En la que será su décimo primera entrevista como presidente de la V República, hay quien entiende que Chirac deberá emplear las palabras justas para intentar dar un nuevo impulso a la última parte de su segundo mandato.
Y es que a fecha de hoy, su cuota de popularidad está en su nivel más bajo desde su reelección en 2002; sólo el 32 por ciento de los franceses confían en él para solucionar los problemas del país, según un sondeo publicado éste miércoles por el diario "Le Parisien".
La lucha contra el paro (56%), devolver la moral a los franceses (18%), garantizar la seguridad frente al terrorismo (12%) y mejorar la situación de los jóvenes (11%) son las prioridades que Chirac debería fijar, según los encuestados, en lo que le queda de mandato. Y todo da a entender que lo tiene difícil.
13.7.05
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