4.10.05
El salvador de España
Al final –quién nos lo iba a decir ...- sólo nos quedará Guerra, con mayúsculas, don Alfonso, el vilipendiado, el odiado, el crucificado, para defender desde dentro del PSOE lo que muchos creemos que es una flagrante afrenta constitucional: el nuevo estatut de Cataluña. En su calidad de presidente de la comisión constitucional del Congreso, Guerra dirigirá y ordenará el debate en ese órgano que dictaminará el proyecto. Valiente tarea para el que fuera vicepresidente del Gobierno. “La negociación será complicada y larga -aventura- porque son muchos los artículos que plantean dificultades de encaje constitucional”. La definición de Cataluña como nación o la financiación, que se escapa de la legislación actual, son dos escollos que para Guerra serán difíciles de sortear. Ya veremos. Porque lo que está en juego es mucho.
Alfonso Guerra distingue tres tipos de nacionalismo: los ideológicos o etnicistas, en los que sitúa al nacionalismo vasco; el de la "pela", en el que sitúa al nacionalismo catalán y "los de la escoba", que tratan de barrer todo lo que pueden para casa.
Y como reza la carta que ha dirigido al veterano parlamentario socialista un antiguo militante del PSOE pre-transicional: “Rebélate como militante, revélate como líder: haz la revolución en el PSOE! ¡Se valiente, dile la verdad a los socialistas, a todos los españoles!. ¡Tu responsabilidad histórica es resucitar la E de español del PSOE!”.
En pocas palabras: Alfonso, ¡sálvanos a todos!
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