19.11.05

Dictaduras y dictadores


Francisco Franco murió en su cama hace 30 años tras una horrenda prolongación artificial de su existencia por intereses que solo Dios sabe a qué se debían. Ni la oposición, especialmente activa en los estertores del Régimen, ni la comunidad internacional pudieron acabar con el viejo dictador que estuvo al frente de los destinos de España durante casi cuatro décadas. El Caudillo murió y con él acabó el franquismo, un sistema político que sería complicado definir a pesar de que casi todos seamos conscientes de lo que supuso para este país.

Alfredo Stroessner ocupó la jefatura del Estado en Paraguay desde 1954 hasta 1989 cuando fue derrocado por su hombre de confianza con la anuencia de los Estados Unidos. Abandonó el país sin mucho sobresalto y desde entonces vive en una especie de exilio dorado en Brasilia. Tiene 94 años y aseguran que un cáncer de piel amenaza su salud.

El pasado mes de julio, la Corte de Apelaciones de Santiago retiraba la inmunidad como ex presidente de Chile a Augusto Pinochet por las sospechas fundadas de su participación en la desaparición de 15 personas en 1975. Fuentes judiciales indican ahora que los exámenes médicos que ordenó realizar la Corte Suprema para saber si Pinochet, de 89 años en la actualidad, estaba en condiciones para ser juzgado, indican que está mentalmente apto.

En febrero de 2003, un periodista anglosajón recibió el encargo de enumerar las diez dictaduras más crueles del mundo. Consultó a organizaciones de derechos humanos independientes que estaban dispuestas a denunciar regímenes de derechas o izquierdas, tales como Freedom House, Amnesty Internacional y Humam Right Watch.
Este fue el resultado: Kim Zong Il, de Corea del Norte; el rey Fad y su hermano el príncipe heredero Abdullah, de Arabia Saudita; Saddam Hussein, de Irak; Charles Taylor, de Liberia; Than Shwe, de Myanmar; Teodoro Obiang Nguema, de Guinea Ecuatorial; Saparmurad Niyazof, del Turkmenistán; Muamar el Gadaffi, de Libia; Fidel Castro, de Cuba y Alexander Lukasenko, de Bielorusia.
Alguno ya ha caído o ha desaparecido por mera cuestión vegetativa. No es de extrañar que otros mueran en sus camas y sean enterrados con honores y funerales multitudinarios. Y es que como dijo Edmund Burke: “Para que triunfe el mal solo es necesario que los buenos no hagan nada”.

2 comentarios:

J.S. Zolliker dijo...

Estupendo artículo. De lo mejor que he leido ultimamente. Nos hace falta consciencia, pero sobre todo, acción. Un abrazo,
JSZ

Alberto dijo...

Buen artículo.

Sin embargo, me gustaría decirte que no se vé muy bien en navegadores alternativos como firefox.

Por favor revisa tu sitio y tu template ;)

Saludos de http://alberto666.blogspot.com/