29.11.05

Sobre bromas aéreas

Uno de los tres pasajeros de un Boeing 737 que bromeó el pasado sábado sobre la existencia de algún tipo de explosivo en el vuelo de la compañía danesa Sterling, que cubría la ruta entre la capital sueca de Estocolmo y Málaga, con 94 pasajeros, ha ingresado en la cárcel malagueña de Alhaurín de la Torre por un presunto delito contra la seguridad pública. El detenido, de 20 años, es un sueco de origen magrebí.
Leo esta noticia en el periódico y me acuerdo de la película que fui a ver al cine el otro día. Se trata de la última de Jodie Foster: “Plan de vuelo: desaparecida”. La trama discurre en un avión, en pleno vuelo, y versa sobre la desaparición y búsqueda de la hija de la protagonista, de tan sólo 6 años. No destriparé el argumento por razones obvias pero sí recomendaré a los posibles espectadores que retengan el mensaje de la última escena, la que pone fin a la película. No siempre las cosas son lo que parecen.
Desde el 11-S todo sujeto de aspecto árabe que suba a un avión es sospechoso y levanta suspicacias. No sé hasta qué punto esto es normal, pero así ocurre. Todos los individuos de tez aceitunada lo llevan claro a la hora de pasar la puerta de embarque. Sobre todo si, encima de tener estos rasgos raciales, van de graciosos. Como le ocurrió al protagonista de la noticia que encabeza este comentario. Su falsa alarma movilizó este fin de semana en el aeropuerto malagueño a bomberos, servicios médicos, torre de control y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Como para andar con bromitas con los tiempos que corren.

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