La despedida de Anson

No, no puede ser. Yo no me creo que Anson se quite de en medio así, por las buenas. Que no. Qué va. Leo el titular y me extraño. Luego voy al desarrollo del texto y me lo aclara. Según fuentes de La Razón, mantendrá su cargo y seguirá escribiendo su artículo Canela Fina, aunque lo que desea es dejar "el agobio" de la actividad diaria. Ah, bueno. Eso es otra cosa. Porque ¿puede vivir este país sin que le siga tomando el pulso de manera casi constante del académico don Luis María? Me temo que no. En su despedida sabatina señala que siempre ha defendido la idea de que "no se debe permanecer más de ocho años en los cargos de dirección", y añade que el diario "está ya ganando dinero y se ha consolidado como uno de los grandes periódicos nacionales de referencia en la vida española". Explica que "cada siete días a lo largo de muchas semanas, un director de medio de comunicación entró en su Consejo de Redacción anunciando que a la semana siguiente cerraría La Razón. No se cansó de hacer el ridículo que caía sobre él al salir del velatorio". Anson no detiene ahí sus invectivas y rememora que, durante muchos meses, "algún" ministro del Gobierno de Aznar, "caído después en desgracia", les "persiguió como a ratas", así como las "maniobras", "insidias", "calumnias" y "despropósitos" que han "padecido" en este diario y ante las que, tanto él como la redacción, "se han limitado a trabajar sin despeinarse en réplicas y aclaraciones". Dice que se va a terminar varios libros que tiene entre manos. Y que necesita el tiempo que le resta permanecer en el diario fragor de la batalla. Emigrará al nido de su otra criatura: El Cultural. Se hablaba de la posibilidad de que Anson hubiese conseguido financiación para comprar la totalidad de las acciones a Planeta y quedarse de nuevo con el periódico que fundó hace siete años. No ha sido así y el ex-director del ABC verdadero -como a él le gusta decir- buscará otros afanes. Los de otros mundos, quizás. Los de cada día, sin duda.