Perros chinos

Paul McCartney es uno de los genios musicales más grandes que ha dado la historia. Al menos, para mí. Con John Lennon firmó algunos de los mejores y más bellos trabajos de la música moderna. El tándem Lennon-McCartney compuso, durante mucho tiempo, la que luego sería parte fundamental de la banda sonora de nuestras vidas.
Hoy leo que el ex-beatle no actuará en la República Popular China tras ver un vídeo que muestra el sacrificio de perros y gatos para utilizar sus pieles. Parece que McCartney ha visionado una filmación secreta en el mercado de pieles de Guangzhou, en el sur de China, que será emitida esta noche por la cadena británica BBC. En el vídeo se ve cómo perros y gatos son arrojados desde un autobús o al agua hirviendo. En declaraciones a la propia BBC, McCartney ha dicho que es un acto horrible y primitivo, "es como algo de la Edad Media. Ni siquiera soñaría con ir a actuar allí, de la misma manera que no iría a un país que apoye el apartheid. Es desagradable. Va en contra de la Humanidad. No podría ir allí".
McCartney es un apasionado defensor de los animales. No me cabe la menor duda. Eso está bien. Y es que los defensores de los animales estiman que se matan más de dos millones de perros y gatos al año en China para obtener sus pieles. Pero lo que me preocupa es que la actuación del genial músico la imposibilite la indefensión de los derechos de animales irracionales y no tanto de los racionales. Porque sobre los derechos humanos no le he oído decir ni una sóla palabra. Al menos en esta ocasión.